“Soy Frankelda”: El Primer Largometraje de Stop Motion Mexicano

Hay momentos en la historia del cine nacional que marcan un antes y un después, y “Soy Frankelda” es definitivamente uno de ellos. La primera película mexicana en stop motion jamás producida llegará a salas mexicanas en Octubre de 2025 como una declaración de intenciones: México no solo puede hacer animación de clase mundial, sino que puede hacerlo con una voz completamente propia y una técnica artesanal que pocas productoras en el mundo se atreven a intentar.

Dirigida por los hermanos Arturo y Roy Ambriz bajo el sello de Cinema Fantasma, esta película es mucho más que un hito técnico. Es una historia sobre el poder de la imaginación, la lucha contra la censura, y la delgada línea que separa la realidad de la ficción. Después de verla, uno entiende por qué Guillermo del Toro decidió respaldar directamente el proyecto, y por qué la crítica internacional ha comenzado a voltearse hacia lo que está pasando en la animación mexicana.

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UNA HISTORIA QUE NACE DESDE LAS ENTRAÑAS CREATIVAS

Frankelda es una escritora decidida del siglo XIX mexicano que se adentra en su subconsciente para enfrentar los monstruos sobre los que ha escrito. Guiada por un príncipe atormentado, debe restaurar el equilibrio entre ficción y realidad antes de que sea demasiado tarde. Esta premisa, que podría sonar abstracta en papel, cobra vida de manera extraordinaria a través de la técnica del stop motion y una narrativa que no teme explorar territorios psicológicos complejos.

Los hermanos Ambriz no llegaron a esta película de la nada. Cinema Fantasma fue fundado en 2011 cuando Arturo Ambriz, recién graduado de la licenciatura en Cine y Televisión, tuvo dificultades para encontrar trabajo y decidió crear su propio estudio especializado en stop motion. Lo que comenzó como una necesidad se transformó en una pasión familiar que los llevó a crear primero la serie “Sustos ocultos de Frankelda” para HBO Max, y eventualmente a este largometraje que tardó años en concretarse.

La película se sitúa en el México del siglo XIX y nos presenta a Francisca Imelda, conocida como Frankelda, una escritora de talento cuyos oscuros relatos son ignorados y desestimados. Obligada a reprimir su voz, se niega a rendirse, aunque intenten silenciarla. Es una metáfora poderosa sobre la censura y la creatividad que resuena tanto en su época histórica como en nuestros tiempos.

TÉCNICA ARTESANAL QUE IMPRESIONA A NIVEL MUNDIAL

El stop motion es probablemente la técnica de animación más laboriosa que existe. Cada segundo de película requiere 24 fotografías individuales, y cada una de esas fotografías implica mover manualmente las marionetas fracciones de milímetro. Los hermanos Ambriz y su equipo en Cinema Fantasma dedicaron años a este proceso, creando no solo las marionetas sino también todos los sets, vestuarios y accesorios necesarios.

La artesanía es de una escala impresionante, como se puede apreciar en los créditos finales que muestran el proceso detrás de cámaras. Cada marioneta está meticulosamente diseñada con estructuras internas que permiten movimientos fluidos y expresivos. Los sets recrean el México del siglo XIX con un nivel de detalle que invita a pausar la película solo para admirar la cantidad de elementos que conforman cada escena.

El doblaje en español cuenta con un reparto encabezado por Assira Abbate como Frankelda, El resto del elenco, que incluye a Anahí Allué y los propios Arturo y Lourdes Ambriz, aporta personalidades distintas a cada criatura y personaje secundario.

La película no está dirigida completamente a un público infantil, pues cuenta con componentes un tanto sombríos que podrían no ser aptos para todo público. Esta decisión creativa es valiente y necesaria; el cine de animación mexicano ha necesitado durante mucho tiempo obras que demuestren que la técnica puede servir para contar historias maduras y complejas.

El villano Procustes y sus conspiradores representan las fuerzas que buscan controlar la narrativa y suprimir la creatividad individual. Sin ser demasiado obvio en sus metáforas, el guión logra comentar sobre temas sociales relevantes mientras mantiene el foco en la aventura personal de Frankelda.

RECONOCIMIENTO INTERNACIONAL BIEN MERECIDO

El recorrido por festivales de “Soy Frankelda” ha sido impresionante desde su estreno. Fue seleccionada como gala inaugural del Festival Internacional de Cine de Guadalajara 2025, donde también compite como Largometraje Internacional de Animación. Pero su alcance internacional se confirmó cuando llegó a territorios internacionales al ser parte de la selección Annecy Presents del Festival Internacional de Cine de Animación, el festival más prestigioso del mundo en su categoría.

 

Arturo Ambriz y Roy Ambriz en el FICG 2025

 

La película recibió una Mención Especial del Jurado en el prestigioso Premio Satoshi Kon a la Excelencia en Animación, otorgado durante la edición 2025 del Festival Internacional de Cine Fantasía, celebrado en Montreal, Canadá. Este reconocimiento coloca a la animación mexicana en el mapa mundial de manera definitiva.

La respuesta de la crítica internacional ha sido relativamente positiva. Los críticos destacan que es un proyecto narrativo que utiliza todo a su disposición para encantar, entretener e inspirar con canciones pegajosas, personajes tridimensionales y un arte impecable. Ganó una mención honorífica en el Festival Fantasia, consolidando su reputación como un parte aguas en la animación mexicana.

En comparación con otras películas animadas mexicanas recientes, “Soy Frankelda” se distingue por su enfoque adulto y su técnica artesanal. Mientras que “Día de Muertos” (2019) o las películas de “Las Leyendas” buscan principalmente entretener a audiencias familiares, esta película aspira a algo más ambicioso: demostrar que la animación mexicana puede competir artísticamente a nivel mundial. El apoyo de Guillermo del Toro no es casualidad. El cineasta tapatío ha sido un defensor constante del cine de género y la narrativa visual mexicana, y en “Soy Frankelda” probablemente reconoció algo que él mismo ha buscado en su carrera: la capacidad de usar elementos fantásticos para explorar realidades humanas profundas.

Cinépolis Distribución se encargará de llevar “Soy Frankelda” a los cines mexicanos, lo que garantiza una distribución nacional amplia. Esta alianza es crucial para que el público general pueda acceder a una película que, debido a su técnica y temática, podría haber quedado limitada a circuitos de festivales.

 

Soy Frankelda. 2025. Dir. Arturo Ambriz. Roy Ambriz. Mireya Mendoza

 

El estreno comercial programado para otoño de 2025 será una prueba importante para el futuro de la animación independiente mexicana. El éxito de “Soy Frankelda” en taquilla podría abrir puertas para que otros proyectos igualmente ambiciosos encuentren financiamiento y distribución.

“Soy Frankelda” representa algo más que una película; es una declaración de que el cine mexicano puede competir en cualquier terreno técnico y narrativo que se proponga. Los hermanos Ambriz han descrito la película como “nuestro homenaje al arte de contar historias”, y esa pasión se siente en cada frame.

La película logra algo extraordinariamente difícil: crear una obra que es completamente mexicana en su sensibilidad pero universal en su apelación. Los temas sobre censura, creatividad y el poder transformador de la imaginación resuenan independientemente del contexto cultural específico.

Con “Soy Frankelda”, Cinema Fantasma no solo ha creado la primera película mexicana en stop motion; ha establecido un nuevo estándar para lo que la animación independiente nacional puede lograr cuando se combina visión artística, dedicación técnica y narrativa sin concesiones. Es el tipo de película que el cine mexicano necesitaba, y que otros países en desarrollo pueden tomar como inspiración para sus propias industrias creativas.

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