Streaming con anuncios. Pagar tu membresía ya no es suficiente para Netflix.

El modelo principal en Plataformas de Streaming como Netflix o Prime Video en el que se ofrecían suscripciones fijas para tener acceso ilimitado a contenido sin anuncios pareciera estar quedando atrás. Estas compañías han encontrado una forma de incrementar sus ganancias: subir sus tarifas de suscripción para deliberadamente obligar al usuario a elegir un plan “más barato” con acceso limitado a contenidos y con anuncios. Y todo esto nos deja con una cuestión incómoda: ¿Estamos rumbo a un futuro en el que, aunque paguemos, estemos igualmente sometidos a la publicidad?

El problema del pago con anuncios.

Con la aparición de nuevas opciones de entretenimiento, los catálogos de las plataformas de streaming se han ampliado a pasos agigantados. Sin embargo, la competencia y el deseo de ganar más han motivado a algunas empresas a experimentar con planes híbridos. El argumento parece sencillo: “Paga menos, pero verás anuncios”. Lo que muchos suscriptores no esperaban era el aumento en los precios de los planes sin publicidad, haciéndolos inaccesibles para algunos usuarios que casi forzados, optan por tomar las suscripciones de pago con publicidad.

 

El incremento constante de las tarifas.

Un factor que ha disparado la inconformidad de la audiencia es el encarecimiento constante de los planes premium o libres de publicidad. Por ejemplo, plataformas como Netflix anunciaron en 2023 un incremento en sus tarifas, acompañadas de la introducción de un plan con publicidad más económico. El mensaje no declarado es que si quieres mantener tu experiencia “sin comerciales” de siempre, deberás pagar más.

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Aunque la lógica empresarial está clara —mantener o incluso aumentar sus ganancias— los usuarios se sienten en un callejón sin salida: el costo sube, pero la alternativa parece ser resignarse a ver anuncios.

netflix premium service

 

¿Por qué las empresas optan por el modelo con publicidad?

Uno de los principales motivos es la saturación del mercado. Según un informe de Statista, el número de suscripciones de streaming creció de manera acelerada entre 2020 y 2022, impulsado por la cuarentena y los cambios en los hábitos de consumo de contenido. Sin embargo, la desaceleración de la economía global y la fuerte competencia de nuevos actores (como Disney+, HBO Max o Paramount+) han obligado a las plataformas a buscar nuevas fuentes de ingresos.

Para compensar la disminución en el ritmo de crecimiento de nuevos suscriptores, estas empresas buscan rentabilizar a la audiencia existente mediante anuncios. No solo cobran una tarifa de suscripción, sino que también obtienen ingresos de la publicidad mostrada, lo cual les resulta doblemente rentable,  no solo pagas suscripción, les permites monetizar aún más con publicidad pagada.

 

¿A qué se parece este modelo?

Muchos comparan este sistema con el de la televisión por cable de antaño: pagabas una cuota mensual y, aun así, había bloques de anuncios en casi todos los canales. Pero las plataformas de streaming siempre se distinguieron por prometer a sus usuarios un “espacio libre de publicidad”.

La gran disonancia surge ahora, cuando quienes se cambiaron al streaming para escapar de los comerciales —y de los altos costos del cable— se encuentran frente al mismo problema: ver anuncios y pagar tarifas cada vez más elevadas.

 

Implicaciones para los usuarios

Más gasto mensual: Los planes libres de publicidad continúan aumentando sus precios.

Menos libertad de elección: Aunque ofrecen la opción con anuncios, el alza de precios casi “empuja” a muchos suscriptores a elegir ese plan.

Experiencia de usuario fragmentada: Ver anuncios en mitad de una serie puede romper la inmersión y restarle encanto a una historia.

 

¿Podría cambiar esta tendencia?

Hay quienes opinan que el mercado puede regularse solo. Es posible que la necesidad de diferenciarse de la competencia empuje a algunas plataformas a conservar planes 100% libres de publicidad a un precio razonable, con el fin de conquistar a los usuarios más exigentes. Otras podrían aprovechar para lanzar planes intermedios con menos publicidad o incluso anuncios personalizables.

Por ahora, la realidad es que la mayoría de las plataformas grandes han adoptado (o están en proceso de adoptar) un modelo basado en anuncios, pese a seguir cobrando tarifas cada vez más altas. Algunos expertos predicen que, si bien hoy esta tendencia es dominante, en el futuro habrá un “efecto rebote” donde las personas empiecen a demandar opciones realmente libres de publicidad y, con ello, podría abrirse un nuevo nicho de mercado.

La llegada de los planes con publicidad en las plataformas de streaming nos plantea preguntas que van más allá del simple precio de la suscripción. ¿Estamos dispuestos a aceptar la publicidad como moneda de cambio por un costo algo menor? ¿O terminaremos cediendo al aumento de tarifas con tal de ver nuestras series y películas favoritas sin interrupciones? De una u otra forma, la decisión final recae en los usuarios, que deberán sopesar entre su presupuesto, su tolerancia a la publicidad y su deseo de seguir los productos que ofrecen las diversas plataformas.

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